Amigos, si ustedes quieren pasar una velada sin igual, en la que el plato principal son las carcajadas, entonces tienen que ir a ver la obra de la actriz colombiana Amparo Grisales, "No seré feliz, pero tengo marido". Les aseguro que no van a parar de reír con todos los cuentos de "Vivi". ¡Ay madre!
Bueno, para darles un pequeño abreboca de lo que sucede en escena, voy a comenzar por decirles que Amparo, sin necesidad de parar su actuación, se cambió más de cuatro veces de vestuario y mientras tanto va narrando de una forma sarcástica y llena de humor, cómo fue la vida matrimonial de "Vivi" quien hizo de todo en su relación con tal de salvar su matrimonio, pero con todo y eso no lo logró, porque al final la dejaron por una niña de veinte.
¡Oye! Pero Amparo no solo actúa en esta puesta en escena; no, ¡qué va! porque también canta y baila. Con decirles que hasta hizo una pequeña demostración del "baile del tubo" y dejó a muchos hombres con la boca abierta, porque la actriz para ello utiliza una lencería, tal cual lo haría cualquier fémina en su hogar con tal de llamar la atención de su pareja, claro está, peleando contra un partido de fútbol; pero según Amparo, en la versión de "Vivi", ni así pudo despertar la pasión de su marido durante esos veinte años de casados.
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