La mano de Dios es poderosa. Luego de llevar a sus hijos a la escuela y estar de regreso a casa, ocurrió lo inesperado.
Ayer, a las 7:00 a.m., Mirian Arosemena conducía un jeep Isuzu Trooper con placa 947152 y ¡zaz!, una llanta delantera se reventó justo cuando recorría las delicadas curvas de la Interamericana, en El Nazareno de La Chorrera. Eso provocó que el auto se ladeara y fuera a parar a un herbazal, quedando con las cuatro llantas hacia arriba.
Arosemena comentó que el susto fue enorme, pero milagrosamente quedó viva. Dijo que maniobró bastante para evitar un impacto mayor, pero al explotar otra de las llantas traseras del auto se complicó la situación, y no viajaba a velocidad excesiva. Pasado el mediodía sus vecinos la ayudaron a remolcar el auto, y fue entonces cuando llegaron los uniformados.
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