Su destino es la muerte. Las vacas que permanecen en estado salvaje en el parque Nacional de Coiba serán sacrificadas, por ser un peligro para el resto de las reses que están en el país.
Se estima que hay unas 2 mil 500 vacas, que eran criadas por los privados de libertad que antes estaban en el penal.
Javier Arias, administrador general de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), expresó que las reses tienen que ser sacrificadas en el penal. Además, deben ser analizadas, porque nunca tuvieron un control veterinario.
Aseguró que las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) temen que esas reses tengan algún parásito.
En tanto, Valeska Lezcano, de la Asociación de Amigos de los Animales y la Naturaleza, afirmó que el terreno donde están las vacas suele erosionarse y apoderarse de la vegetación y que hay que proteger el parque. Manifestó que lo más correcto es que se practique una eutanasia.
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