Se está duplicando. En 1990 existían en Panamá unos 49 mil niños víctimas del trabajo infantil, cifra que se elevó en el 2004 a 89 mil, lo que significa que el problema está aumentando.
Ramón Vallarino, gerente general de Casa Esperanza, explicó que el trabajo infantil es un problema de todos y no sólo de una asociación benéfica, por lo que insistió en que la sociedad no debe permitir que avance y reportar a los niños trabajadores.
Explicó que la asociación cuenta con varios programas, con los cuales han logrado sacar a unos 1,500.
En el área de Azuero, la mayoría de los trabajos son de agricultura y el rango de edad es desde los 7 años.
Casa Esperanza tendrá una Noche de Gala que servirá para recaudar fondos, a fin de seguir con los programas, esto será el próximo 7 de octubre.
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