Un nombramiento que le pone fin a la era cubana, que fue comandada por Alfonso Urquiola y trajo muchos éxitos para Panamá.

Y es que no podemos tapar el sol con un dedo y decir que Urquiola y sus asistentes cubanos René Bello, Israel Delgado, Rubén Chiu y Daniel Miñoso no hicieron un buen trabajo, a pesar de que no pudieron llevar a la tropa panameña a conquistar una medalla en los pasados XV Juegos Panamericanos que se celebraron en Río de Janeiro, Brasil.

Los números son fiel testigo de que la era Urquiola trajo grandes dividendos para Panamá. Su récord en competencias internacionales fue de ocho victorias y dos derrotas, con una medalla de oro en los pasados Juegos Deportivos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), en su segunda edición, que se realizaron en Venezuela.

Quizás Medina no tendrá la experiencia de Urquiola, pero desde hoy le doy mi voto de confianza, porque confío que lo que ha aprendido en las Grandes Ligas con los Cachorros de Chicago, traerá grandes dividendos para la Selección Nacional Mayor, en especial en el primer reto: el Torneo Mundial que se realizará en China, Taipei, del 6 al 18 de noviembre próximo.

Ya Medina está enterado de que en el Mundial del 2005 en Holanda, Panamá ganó la medalla de bronce.

Por esa razón es que ya prometió que moverá cielo y tierra, con tal de armar un equipo de primer nivel, que estará integrado por peloteros que participan en las Ligas Menores y en Japón; además de los jugadores criollos.