Carlos Domínguez, vocero de los afectados, relató que las quemas se han incrementado en las últimas semanas y se están ahogando por este humo, que en ocasiones los obliga a salir de sus residencias para poder respirar.

Expresó que no solo resultan perjudicadas las personas que viven cerca al vertedero, sino también las casas más alejadas debido a que el humo tóxico es arrastrado por el viento, además, los lugares de esparcimiento y diversión también son afectados.

Santiago Ureña, alcalde del distrito de Pesé, dijo que se han realizado varias gestiones para tratar de trasladar el vertedero a un lugar más apropiado, pero ha sido imposible dar un terreno que reúna las condiciones necesarias para este tipo de proyecto.