No se puede tapar el sol con un dedo. Los residentes de El Sucre en Chilibre, no ven la luz al final del túnel, puesto que desde hace décadas viven sin luz. Esta carencia está ligada directamente a la falta de una vía de acceso. Residentes comentan que la calle principal ya la han cortado cuatro veces, pero de allí no pasan. Las cunetas que han abierto se han convertido en refugio de los mosquistos.
Cuenta Antonia, residente del lugar, que ellos llevaron los papeles a Elektra y salió la licitación, pero por no tener calle, no la instalaron.
La única vía de acceso es una vereda calle, que no es la calle principal, que acondicionó la Alcaldía de Panamá, sin embargo no brinda una solución completa.
Por su parte, la Alcaldía informó que se tiene planes para llevar una segunda etapa y echar piedras. Para la comunidad, ésta no es suficiente, pues la vereda calle sólo beneficia a un sector y no es la calle principal que debe salir a Agua Bendita.
Mientras todo esto se da, los habitantes deben caminar por tierra a punto de convertirse en lodo y en ocasiones, salir descalzos y ponerse los zapatos en la calle.
UN RAYO DE LUZ
En contraste con esta necesidad, en la comunidad de El Sucre se instaló una Minihidroeléctrica, inventada por el panameño Antonio Clément, el cual ganó la primera medalla de oro de la Organización Mundial de la Protección Intelectual.
Este sistema es capaz de generar 500 watts, suficiente para alumbrar una casa comunal. En El Sucre servirá para iluminar el puente y una casa.
Esta minihidroeléctrica, que trabaja con la fuerza del agua de Quebrada Escondida y la fuerza del viento, es ideal para comunidades alejadas como es el caso de las áreas indígenas. Para su instalación se hizo una inversión de 3 mil 400 dólares.
TELARAÑAS
En medio de la necesidad, han tenido que crear su propio sistema de luz eléctrica.
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