Lo que más lamentan los familiares es que por culpa de la violencia que vive el país, los sueños de un joven luchador fueron truncados.

Noel Montilla, uno de los tíos de Joel, explicó que su sobrino se había graduado de marino y estaba haciendo planes para obtener su título de Oficial de Marina.

Agregó que lo que más anhelaba Joel era embarcarse para poder comprarle una casa a su mamá. En tanto, José Polo, de la Fundación Dame una Oportunidad, repudió los hechos violentos, ya que siempre mueren personas inocentes.

En las honras fúnebres realizadas en la iglesia Hosanna, Telma Patiño, madre de Joel, estaba desconsolada por la pérdida de su hijo amado.

En la orfandad queda una niña de cinco años, a la que Joel ya le había comprado por adelantado los juguetes de Navidad. Los familiares lo único que desean es que la violencia que azota al país acabe de una vez por todas.