El enemigo aún respiraba, así que Joe Torre no se tomó ningún tipo de chance y mandó a la loma a su cerrador estelar: el panameño Mariano Rivera.
Rivera entró en el noveno episodio con las bases llenas, y sólo permitió que le anotaran dos carreras que no se registraron a su cuenta, en la segunda victoria ayer de los Yanquis de Nueva York, 8 carreras por 4, sobre los Mellizos de Minnesota, en la serie divisional de la Liga Americana.
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