A más de 150 metros de distancia voló el cuerpo sin vida de Luis Martínez Araúz, de 55 años de edad, del cisterna que reparaba.
Cuando intentaba alumbrar con un bombillo eléctrico el compartimento 1200 del cisterna en el que se transportaba gasolina, se produjo una explosión.
Este hecho conmovió a la comunidad de San Pablo Viejo, en el distrito de David, puesto que sus vecinos recuerdan a "Lucho", como le llamaban cariñosamente, como bromista, muy amoroso con su familia y con sus perros.
La tragedia fue a las 9:00 a.m. El impacto sacó las válvulas de hierro del cisterna; una lo golpeó en la cara, la cabeza y en el tórax, al menos esto es lo presumen las autoridades. El cuerpo quedó desnudo en el patio de su casa, donde vivía con su familia.
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