Se trata de un trastorno congénito que se caracteriza por una fragilidad ósea excesiva, como consecuencia de una deficiencia en la elaboración de colágeno.

SIN COMODIDADES
Hasta dormir resulta un peligro. Un estirón puede ser fatal para él, pues no cuenta con un colchón donde descansar y lo hace en el piso sobre delgadas sábanas.

Después de despertar de su rústico aposento, Kenneth debe prepararse para ir a la escuela, aunque tiene un mes sin asistir por una fractura que tuvo. Todo ocurrió por el trayecto que debe recorrer, donde una calle se parece a la superficie de la Luna.

Eneida Machore, su madre, contó que usualmente lo transportan en un coche de bebé, pero cayeron en un hueco y esta leve estremecida le causó fracturas en la cadera y en un brazo.

MAS DOLOR
Kenneth comentó que aunque no sufra lesiones, su columna vertebral suele dolerle cada vez que le toca salir de casa.

Como agravante a su condición, la madre destacó que desde hace un año no recibe tratamiento, pues el medicamento que debe consumir está fuera del cuadro básico. Además, él no está asegurado.

Ella no cuenta con un trabajo estable y su esposo, que es su único apoyo económico, trabaja haciendo "camarones".

SUEÑOS TRUNCADAS
Eneida expresó que el año pasado su niño fue escogido para llevarlo a Estados Unidos, donde le practicarían una operación que mejoraría su condición; sin embargo, el padre (que no vive con ellos) no quiso firmar la autorización para sacarlo del país.

Kenneth espera poder regresar pronto a clases para no perder el año, pues aspira a ser contador.

SUS GUSTOS
Vive en Sabanitas, provincia de Colón, Barriada Nuevo Colón.

Su único entretenimiento es la televisión.

Es fanático del Barcelona.

Le gustan las matemáticas.

Su mejor amigo se llama Mohamed.

Desea tener una consola de juegos de video.