Un carro bomba estalló ayer en la nueva terminal del aeropuerto principal de Madrid e hirió, levemente, a 26 personas, informaron las autoridades, y dijeron que dos jóvenes ecuatorianos permanecían desaparecidos. El gobierno español atribuyó el atentado a ETA, e informó que interrumpía las negociaciones con el grupo armado separatista.
El ataque, en uno de los estacionamientos de la imponente nueva Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, pone fin a un alto al fuego de nueve meses por parte de ETA. El estallido suspendió por algunas horas el tráfico aéreo en uno de los días con más vuelos del año.
El coche bomba detonó, luego de al menos tres llamadas del grupo separatista vasco ETA para alertar sobre la bomba, informaron las autoridades.
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