Aquel día, Brewster salió de su residencia en San Antonio y se dirigió a la oficina que tiene la Unidad Sensitiva de la PTJ en el edificio Avesa, en vía España. Llevaba consigo la comida que se almorzaría: arroz con coco y pescado. Dieciséis días después, murió.

Por este caso, se ordenó la detención preventiva de Gioconda Véliz, Keneth Brown; mientras que a Irving Francis se le dio una medida cautelar, quienes eran compañeros de Brewster y son investigados en torno a este hecho.

A pesar de que al llegar al hospital le hicieron un lavado estomacal, la camisa y la corbata del inspector tenían rastros de vómito que fueron analizados y que hoy son las únicas pruebas de esta conspiración.