Itzel en todo momento acompañó a Delfín Muñoz a su graduación. (Foto: Jesús Simmons/Josué Arosemena.)
Carolina Sánchez P.
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El Ángel de dos pequeños ya no está. Entre lágrimas y abrazos, familiares y amigos de Itzel Valdés no podían asimilar su muerte. Ella era la madre de Delfín Muñoz, el niño que hace seis años sufrió un accidente vehicular que lo dejó con parálisis cerebral. Desde entonces, Itzel nunca decayó y siguió luchando para que a Delfín se le realizarán operaciones y pudiera tener una mejor vida. A finales del 2007, el pequeño Delfín recibió, de manera simbólica, el certificado de noveno grado. En ese momento, en el rostro de Itzel se reflejaba la alegría de ver que su primogénito alcanzaba una meta más.
Pero, la guía y luz de este niño y su hermanito, se apagó el jueves, cuando su madre sufrió un paro cardiaco.
FAMILIARES
Perseverante, alegre y luchadora eran las cualidades que caracterizaban a Itzel, según contó su hermana Irasema. Itzel cumpliría 33 años el 19 de enero y tenía previsto hacerle el quinceaño a Delfín el 12 de enero.
En tanto, su hermano Alexis Valdés dijo que Itzel era una persona perseverante. "Dios ayudaba a mi hermana a seguir adelante, porque la tarea que tenía con sus dos hijos no era fácil".
Esta abnegada madre laboraba en la policlínica de Arraiján. Su jefa Gladys Pinzón narró que el jueves, cuando ella fue a laborar, llegó un poco desanimada y con dolor, por lo que pidió permiso y se retiró. En la tarde, les avisaron de su muerte.
UNION
Nancy Martínez, psicóloga de la policlínica, explicó que Delfín puede tener una recaída emocional por la muerte de su madre. En este tipo de situaciones, la familia es el mejor pilar para que salga del dolor.
Destacó que el niño podría actuar de forma rebelde, sin apetito e incluso, hasta manifestar fiebre. Al niño se le debe validar la pérdida. Por ahora, la familia no le ha comunicado el deceso de su mamá.
Un enorme vacío quedará en la vida de Delfín, porque su madre, quien le daba amor y dedicación, ya no está. La familia decidirá su futuro.
SUEÑO
Su meta era graduarse como licenciada y tener una casa en donde pudiera ver crecer a sus hijos.