Usted tiene razones justificadas para abandonar su empleo si se le presentan problemas familiares, económicos, de transporte, enfermedades de peso, acoso sexual, entre otros.
Sin embargo, antes de renunciar, usted tiene que hacer un esfuerzo de buena fe para evitar el abandono del empleo. Esto significa que, o le da una oportunidad al patrón de corregir las malas condiciones, o usted solicita permiso para ausentarse a fin de resolver las dificultades o problemas personales.
Además, si usted abandona el empleo por razones personales, estas tienen que ser apremiantes como, la muerte de un familiar, (padre, madre, hijo), alguna grave enfermedad.
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