Panamá tiene casi 50 mil niños y niñas trabajadores, y como éste es un problema estructural de pobreza y desigualdad, merece mayor atención por parte del Gobierno Nacional, pese a que muchas organizaciones no gubernamentales aportan su granito de arena para erradicar este mal, aún hay mucho que hacer.
Eric Pineda es uno de esos niños que se gana la vida vendiendo cartuchos en la Avenida Central. Este pequeño reside en el sector de Santa Cruz, y a sus ocho años aseguró que trabaja afanosamente para poder ayudar a su madre en el hogar. Dijo que parte de las ganancias las está ahorrando para poder comprar sus uniformes y útiles escolares; de lo contrario, su anhelo de ser un profesor de lenguas se desvanecerá.
Durante la presentación de resultados del programa "Disminución del Trabajo Infantil Doméstico en los distritos de La Mesa y Cañazas de Veraguas, el ministro de Trabajo, Reynaldo Rivera, sostuvo que las verdaderas razones del trabajo infantil obedecen a la pobreza que atraviesa la mayoría de la población rural a nivel nacional, especialmente entre los indígenas y los campesinos de la provincia de Veraguas. Rivera señaló que esta provincia es la más pobre y con desigualdad del país, además de poseer un alto analfabetismo.
Hoy, Casa Esperanza, Fundación Tierra Nueva y Fundamujer revelarán los avances del proyecto "Destino hacia la educación", a través del cual se busca incrementar el acceso a la educación y disminuir el trabajo infantil.
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