Su salida se dio en horas del mediodía. El joven, quien iba acompañado por su abogado, llevaba su rostro cubierto y vestía suéter, pantalones jeans, gorra y chancletas.

Él, junto a David Suazo, fueron los únicos sobrevivientes del fuego, cinco de sus compañeros fallecieron.

Sus palabras fueron claras "quiero ir a casa a ver a mi mamá y a mis hermanas menores. Ese día me tocó ver cómo se quemaban mis compañeros. Me hice en una esquina y vi cómo sus cuerpos se prendían y caían al suelo. Era cruel la manera en que los Policías nos pedían que fuéramos hombrecitos ante el fuego", dijo el menor de edad.

Antes de ingresar al vehículo que lo transportaría, el adolescente se detuvo y mostró sus manos quemadas y las vendas que rodeaban su torso.

Muy cerca de él, estaba su padrastro Eixnar Castillo, quien lo llevaría hasta su casa en Valle del Sol en Arraiján en donde ansiosa lo esperaba Catalina Mora y sus hermanas.

El Comité de Apoyo a los Familiares de los Quemados le construirá un cuarto al joven, que cumpla con las condiciones que requiere para su recuperación.

El lunes será la reconstrucción del caso, y dependiendo de cuál sea el estado de salud de Mora, participará de ella.