Una lonchera nutritiva es imprescindible para que durante la jornada escolar, los pequeños estén activos y no sufran de fatiga por falta de alimento.
Regularmente, los padres acostumbran a empaquetarle a los niños chucherías o galletas, sin saber que están cometiendo un error. Pero, como errar es de humanos, se puede retroceder y enmendar. Para que tenga una idea de cómo hacerlo, DIAaDIA fue en busca de una especialista en alimentación. La dietista Isis de Aguilar nos explica que:
Siempre debe incluir una fruta, ya sea una manzana, uvas, peras y demás, dependiendo de la época; por lo menos, ahora es fácil encontrar mangos, sandías y otras. El guineo es la única no recomendada, ya que podría deteriorarse. Las bebidas que vaya incluir, procure que sean naturales y no artificiales. Si desea darle nutrientes a su hijo, que sean jugos y no bebidas. Como la merienda escolar se convierte casi en un desayuno, incluir el elemento leche podría ser beneficioso, ya sea con cremas o cereales. El plato fuerte podría estar respaldado con un buen emparedado, el cual debe contener su embutido y su queso. Trate que sea lo más completo posible; en caso de que a su niño no le guste comer legumbres (repollo o tomate), puede aderezar el pan con mayonesa u otro tipo de acompañamiento. Otro dato es que el embutido debe variar entre carne de puerco o pollo, teniendo como opciones jamones, mortadelas, salchichas, jamonadas y demás. La idea es evitar que el niño se aburra de comer siempre lo mismo, así que sea creativo. Los emparedados también pueden variarse con pancakes y otros acompañamientos pesados.
RECUERDE:
La lonchera es el medio de transporte del refrigerio o almuerzo de los niños; por lo tanto, estas comidas deben tener las mismas características nutricionales, de presentación y apariencia, como si fueran consumidas en el hogar.
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