Utilizando como materia prima la madera, las piedras, el barro o cualquier otro tipo de material que sea útil, las laboriosas manos de los artesanos de este país centroamericano, hacen verdaderas obras de arte.

Representando la figura del sol o una media luna tallada en madera de cedro, una casita hecha de barro o una teja con una serigrafía que refleja un paisaje, son parte del repertorio de las finas artesanías que llegaron a Chiriquí, en el marco de la celebración de la Feria Internacional de David.

La artesana salvadoreña, Rosa María Larromana, explicó que en su país se elabora una infinidad de artesanías que es una de las actividades diarias que desarrollan las personas o las familias.

Mencionó que desde hace más de 30 años, sus compatriotas vienen a Panamá a participar en las ferias de David y de Azuero.

En el caso del tallado en madera, Larromana indicó que es un trabajo muy fino; por lo general, utilizan el cedro, porque es una madera más suave para conformar las figuras con su respectivo altorrelieve.

En tanto, en las artesanías hechas de barro, por ejemplo en las casitas, se utilizan moldes específicos que se llenan con este material y, posteriormente, se hornean para que las figuras se compacten.

Después, se les coloca una capa de esmalte y pintura para dar el acabado final; se aplican colores vivos como el rojo, azul, amarillo, chocolate u otros.

La experimentada artesana salvadoreña precisó que las casitas tienen un precio que van de 15 a 25 dólares; las figuras de los "borrachitos", que son tres, de 45 a 75 dólares; mientras que las tejas romanas se venden a un precio de 35 dólares.