Dos cuadrillas de agrimensores del Ministerio de Vivienda, fueron ayer a medir el terreno donde serán reubicadas 50 de las familias damnificadas por el incendio de Curundú. Sin embargo, residentes de Kuna Nega no terminan de aceptar la futura llegada de estas personas, pues insisten en que ello puede atentar contra su seguridad y costumbres.
Ernesto Tejada, presidente de la Asociación Kuna Nega, expresó que ésta es una comunidad con 26 años de fundación y normas específicas establecidas, que rigen el comportamiento de sus habitantes.
Tejada aseguró que, cuando llegaron, acordaron tratar de vivir de la misma forma que lo hacían en Kuna Yala. Parte de estas normas incluyen sanciones ejemplares para aquellos jóvenes que cometen faltas menores.
"Si uno de ellos comete un delito, no podríamos nosotros decirle a ellos que cumplan con ese reglamento, pues su cultura no es la misma que la nuestra", acotó Tejada. "Sabemos que también están afectados, pero a lo mejor algunos de sus familiares pueden estar metidos en problemas de pandillas, y esa es una de nuestras situaciones que más nos preocupan", culminó.
AMENAZAS
Al preguntarle al director de la Policía Nacional, Rolando Mirones, sobre las supuestas amenazas de un nuevo incendio en Curundú, éste respondió que efectivamente han reforzado la seguridad en el área. No obstante, expresó que lo ocurrido no debe verse como un problema policial, pues las unidades hacen efectivamente su labor, pero los procesos judiciales no acompañan.
Puso como ejemplo al menor de edad acusado de iniciar el incendio, quien había sido detenido en 10 ocasiones; sin embargo, todas esas veces fue puesto en libertad.
SEGURIDAD
En Kuna Nega piden mayor apoyo de la Policía, sobre todo con la llegada de los nuevos residentes.
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