El problema se ha presentado desde hace tres meses, cuando atacaron, por primera vez, a Víctor Moreno y lo mordieron en el talón izquierdo, desde ese momento van más de 15 familias que padecen de la misma situación.

Hay adultos, ancianos y niños que han sido mordidos, y la única manera que han encontrado para evitar un poco los ataques es dormir con la luz de las lámparas de kerosene encendidas, es un sector donde la mayor parte de las viviendas carece de energía eléctrica.

Migdalia Itzel Arauz mostró más de 7 picaduras en diferentes partes de los pies y brazos.

El temor de esta comunidad ha llegado al punto que solicitan a las autoridades del Ministerio de Salud que intervengan y les brinden una solución oportuna, porque temen que dentro de poco se pueda desatar alguna enfermedad producto de esta situación.

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