Aves mecánicas. Ayer el cielo pronosticaba un torrencial aguacero, los pájaros revoloteaban por los aires y a lo lejos se veía venir otra ave, pero mucho más veloz. No era un pájaro como se pensaba ni mucho menos “Superman”, sino el avión ligero de carreras tipo Edge 540T del Red Bull Air Race que sobrevolaba el área de la Calzada de Amador, y parte de la Bahía de Panamá.
Las acrobacias con caída libre, volteretas y estelas de humo provocaron la ovación del público, eufórico, al presenciar las destrezas del piloto estadounidense Kirby Chamblissen, en su nave. Los aplausos fueron el motor que el piloto necesitó para lucirse.
La nave partió hacia el horizonte y un hombre del cielo cayó en un paracaídas. De inmediato del público curioso volvió a animarse.
La exhibición que fue única en nuestro país y en toda Centroamérica. Finalizó con el ultimo invitado, la lluvia, que se advertía hacía rato pero perdonó al piloto. Al final todos los que asistieron quedaron satisfechos y un poco enlodados.
ASISTENCIA
Una gran cantidad de amantes de los deportes extremos se reunieron ayer para ver el espectáculo aéreo.
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