Desde la llegada se nos impidió la entrada al templo cristiano Hossana, lugar donde mantenían una reunión con el pastor Aurelio Ortíz, porque sostenían que era un evento privado, a pesar de haber enviado invitación a los medios para cubrir el evento. Después de platicar con el dirigente Saúl Méndez, éste accedió a que fotógrafos y camarógrafos entraran y realizaran unas vistas, pero los ánimos se caldearon cuando, aparentemente, un miembro de la seguridad del templo empujó a la fotógrafa, de forma agresiva, solicitándole que desalojara el recinto, sin importarle su condición de mujer y prensa, dándose una bochornosa situación de "dimes y diretes" entre periodistas y obreros por más de 10 minutos.

Genaro López intervino al poco tiempo, disculpándose por el atropello contra la reportera gráfica.