La pequeña gigante es toda una profesional. Una gran ovación, lágrimas por doquier, fuertes aplausos fueron las reacciones de las más de 200 personas que estaban en el recinto donde Elisa Álvarez recibió su diploma que la acreditaba como licenciada en Estimulación Temprana y Orientación Familiar en la Universidad de Las Américas (UDELAS).
Pese a ser pequeña, por su enanismo, cuenta con un espíritu de guerrera que le permite impresionar a todos los que tienen la dicha de conocerla. Cuatro años llenos de esfuerzos y sacrificios dieron sus frutos el día que recibió el anhelado diploma.
NO FUE FACIL
Álvarez, de 29 años, reconoció que llegar a este punto no fue sencillo puesto que en el camino se encontró con personas buenas, pero también con otras que de una u otra forma la discriminaron por su condición.
"Me sentí mal en ciertos momentos, pero esto lo superé", manifestó la guerrera, pues su deseo de ayudar a las familias panameñas fue más fuerte.
GRAN APOYO
Con una gran sonrisa y lágrimas a medio salir, Elisa dijo sentirse muy agradecida con su familia por el soporte que le han dado durante toda su vida, sin ellos muchos de sus logros no hubieran sido conseguidos.
UN GRAN CORAZON
Desde que tiene uso de razón, esta joven siente empatía por las personas que requieren de cariño y protección de los demás, como los niños, por eso sintió la necesidad de estudiar orientación familiar.
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