El médico examinará la garganta y las amígdalas de su niño para determinar sus cuidados. Preste atención a los consejos:
Lo primero que hará es recomendar un cultivo de la garganta para saber si la amigdalitis es causada por una bacteria o por un virus.
Tenga presente que un niño con amigdalitis necesita reposo y una buena alimentación.
Si a su hijo le resulta difícil comer, pruebe a darle líquidos y alimentos blandos, como caldos, sopas y purés nutritivos; batidos de leche, gelatinas o helados.
Recuerde practicar buenos hábitos higiénicos, lavándose las manos a conciencia y frecuentemente, y enseñe a su hijo a hacer lo mismo.
Usted tiene derecho a participar en el plan para el cuidado de su niño. De esta forma, usted y los médicos pueden hablar acerca de las opciones de su niño y decidir qué tratamiento se usará para su cuidado.