Tan pequeña para sufrir tanto. Si se tuviera la opción de elegir cómo llegar a este mundo, de seguro que personas como Lourdes no vivieran tragedias en medio de muchas necesidades.
Detrás de esos ojos expresivos, que pese a sus desgracias, contagian alegría, Lourdes Yasmín García, a su corta edad (siete años), sufre.
El insoportable calor casi no permitía estar adentro de su humilde casa, ubicada en San Antonio de La Chorrera. El zinc y los bloques sin repellar hacían más intenso el clima, pero la sonrisa y confianza con la que recibió Lourdes a DIAaDIA ayudó a resistir la naturaleza.
Mediante señas, le pedía a reportero gráfico que le tomara fotos y que se las enseñara. Cada vez que veía las imágenes trataba de saltar de felicidad por cómo se reflejaba.
Ella no podía dar su salto de emoción, porque una sonda superpúbica, no le permite corrinchar ni realizar los movimientos y juegos que un niño a esa edad desea.
Lourdes nació con una malformación congénita ano renal, colostomía y vegicostomía, es decir que la niña tiene la vejiga perforada, por lo que debe usar una sonda que está entre sus piernitas, lo que le impide caminar como desea. Esta debe ser cambiada cada 15 días para orinar. Debido a esta anomalía, al nacer, le tuvieron que sacar el intestino grueso, por lo que también utiliza una bolsa para hacer sus necesidades, es una paciente ostomizada.
Sumado a esto, la pequeña sólo tiene un riñón y sufre de pérdida auditiva.
A su madre, la señora Mayra García Cedeño, su baja visión y la baja escolaridad, 1º, no le permiten buscar un trabajo. Ella lucha por su hija, "su luz, su vida", pese a las desdichas.
Hoy lucha junto a su hermano, Humberto García, quien al igual que Mayra, sólo tienen ojos para Lourdes, pero la suerte no los acompaña, porque él, el único sustento del hogar, trabajaba como recolector de basura para una empresa en La Chorrera, la cual dejó de existir. Hoy sólo cuida carros en el estadio Agustín "Muquita" Sánchez.
Y es que el ver a esta pequeña, quien arreglaba su sábana rosada tratando de tapar el poco polifón que le queda de "colchón", donde más es hierro que cama. Allí, ella se despierta diariamente para empezar un día. La admiración aumenta, al ser testigos de que pese a las desgracias, esta pequeña sólo tiene sonrisas para regalar.
NO ALCANZA
Lourdes debe tomar una leche diariamente que no puede comprar. No asiste a un médico, porque no hay para el pasaje. También debe tener bolsitas para la colostomía, le quedaban pocas y no hay dinero para comprarlas.
|