Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, que comen más alimentos ricos en grasas y azúcares, podrían estar "predisponiendo" a sus hijos a volverse obesos, según expertos británicos.
El estudio, publicado en la revista British Journal of Nutrition, sugiere que la alimentación de la madre influye en el desarrollo de los futuros gustos del niño.
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