La honestidad no se ha perdido en Colón, como muchos piensan, porque Manuel Enrique Chan, de 11 años, hizo gala de su honradez y demostró que no se debe tomar lo ajeno.
Este estudiante de la Escuela Enrique Geenzier, halló en los sanitarios comunales de su casa una cartera con 150 balboas, pero camino a su apartamento encontró a una de sus vecinas llorando, y al acercarse le preguntó qué le sucedía. Ésta le comentó que se le había perdido su cartera con un dinero.
Manuel Enrique, sin pensarlo dos veces, le dijo que había hallado la cartera y se la entregó. En ese momento también lloró, tal vez porque su corazón se sentía orgulloso de ese gesto de honestidad y responsabilidad, que desde temprana edad viene cultivando.
Las condiciones económicas del niño no son las mejores y su madre no trabaja, por lo que ante la ausencia de su fallecido padre debe hacerle frente a la responsabilidad de criar a Manuel y otros cuatro hermanos.
Como casualidad, la escuela donde estudia organizó las novatadas promoviendo los valores y debido a que Manuel Enrique realizó ese acto, lo escogerán como el caballero de honor de la ganadora del reinado.
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