Cubos de basura, escobas, tapadores, tubos de pvc, fregaderos viejos, recogedores, encendedores, cajetas de fósforo y hasta cartuchos usados... no crean que estoy describiendo un basurero; sino de todo lo que usan los bailarines de "Stomp" para presentar este show, que la verdad nos dejó con la boca abierta por su energía y creatividad.
Les cuento que el escenario se parece más a la entrada de uno de esos antiguos talleres de reparación de carros de Pueblo Nuevo donde cuelgan las copas, carrocerías y hasta señales de tránsito. En este ambiente precisamente, es donde se desarrolla todo el espectáculo que tiene más de hora y media de duración.
Por los aplausos y los gritos, puedo asegurar que a la gente le gustó y que las cuatro presentaciones que vienen (hasta el domingo), en el Teatro Anayansi, van a dar a muchos qué hablar.
Pero es que solo ver cómo se puede hacer música con arrastrar los pies sobre arena o con las hojas de un periódico, resulta sorprendente y si a eso se le suman las coreografías de los ocho bailarines, la verdad que vale la pena invertir para verlo.
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