Atrás quedaron sus dos limoncitos. La que regresó triunfal fue la actriz Winona Ryder.
La chica apareció en el Festival de cine de Toronto, Canadá para presentar el filme Black Swan del director Darren Aronofsky y donde actúa junto a Natalie Portman. Lo malo es que los ojos de los presentes no se enfocaba en su rostro, sino que se desviaban directamente hacia sus "bubis". ¡Joo!
Tanto fue el revuelo que causó el escote, que más de cuatro comenzaron a especular que quizás, tal vez, a lo mejor, se hizo una cirugía plástica.
Es más, nadie se acordó del escándalo en el que se "nachó" un poco de chimbiliques en una tienda de ropa, y que la dejó tanto tiempo en el hielo del olvido.
Antes de que le preguntaran en la alfombra roja sobre su impactante cambio, ella se dio la media vuelta y dejó a todos preguntándose a qué santo se encomendó para que se le hiciera ese milagrito. ¡Vaya wuenona!
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