Si es de los que les apasiona hacer asados en casa, pero no le salen muy bien, sólo tiene que colocar la carne a temperatura media para que se vaya haciendo, lentamente, y se cueza bien por dentro.
Si el trozo es pequeño, el horno debe estar caliente para que se haga rápidamente, y así, no correrá el riesgo de que llegue a quemarse.
No hay nada mejor para acompañar la carne asada que vino blanco, sólo procure que esté en su punto de consumo y ábralo una hora antes de servirlo.
Luego, tápelo de nuevo y métalo en la nevera para alcanzar la temperatura requerida. Siga estos pasos y verá que sus asados serán la envidia de sus vecinos. Pero lo que no cambia es que cuando las cosas se hacen con amor, siempre salen mejor.
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