El amor de su padre jamás lo podrán recuperar. Emili, Nicole y Michelle, hijas de Ricardo Vega, rompieron en llanto ayer cuando se enteraron de la indemnización de 3.2 millones que concedió el Juzgado Sexto Civil a favor de los afectados por la explosión de juegos pirotécnicos en el Estadio Nacional, incidente ocurrido el 5 de noviembre de 2003 en un juego de béisbol internacional.
"Recordaron a su padre, lloraron y están muy tristes, sobre todo Michelle", dijo su madre Liliana Barona, quien era cónyuge de Ricardo, única víctima del recordado accidente. Agregó que es muy difícil recuperarse y con muchos esfuerzos está llevando adelante a sus tres hijas.
NO ESTAN CONFORMES
Liliana afirmó que jamás estará satisfecha. "Por dinero no es, sino que con esto se demuestra que hubo mucha irresponsabilidad", dijo. Por su parte, Carlos Julio indicó que tanto él como su hijo sufrieron daños auditivos irreparables. "Esto apenas comienza, mi hijo tiene que hacerse cirugías plásticas por las quemaduras".
El abogado de ambos, Líctor Reina, dijo que la demanda era de 7 millones y ahora están evaluando si apelan o no la decisión, pues, además, sólo condenan a 4 de las siete partes demandadas.
Guy Nachio, presidente del Patronato, afirmó que "el INDE va a apelar el fallo, no entendemos, se van a excluir del pago de la demanda el Comité Organizador y la FEDEBEIS".
SOLO CUATRO
Deben pagar la demanda la Pirotécnica Guararé, Cervecería del Barú, Dirección y Administración de Empresas y el Patronato del Estadio Nacional.
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