Sólo fue un susto. Eran las 9:30 a.m. cuando los funcionarios de la Cervecería Nacional eran desalojados. El motivo: una amenaza de bomba.
No tardaron en llegar al lugar la Policía Nacional, los Bomberos y Unidades de Explosivos de la Policía Técnica Judicial.
Los empleados tenían conocimiento de qué hacer en estos casos, porque ya habían practicado para actuar en emergencias. Los trabajadores se dirigieron a un lugar cercano para esperar.
Después de realizar las inspecciones, las autoridades determinaron que no había ningún artefacto y que se trató de una falsa alarma. Las operaciones de la empresa continuaron en forma regular.
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