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  IMPACTO
Familia está desnutrida
Sus rostros hablan, sus estómagos también, necesitan un poco de alimento. (Foto: Jesús Simmons / EPASA)

Evidelia Velásquez | DIAaDIA

La miseria es su fiel compañera. Los que alguna vez en su vida han sentido hambre, saben que los calambres y la sensación de debilidad son los síntomas que indican que el organismo está pidiendo alimento. Imagínese vivir con esos síntomas, dormir y levantarse al día siguiente sintiéndolos más fuertes, pero sin poder hacer nada... ¡Ahora imagínese que también son niños!... Esta es la triste realidad de la familia Valderrama-Castro.

Allá en Tierra Prometida, en Alcalde Díaz, vive Lidia y Fernando junto a sus seis hijos: Miguel Antonio Rodríguez, de 12 años; Angeli Ramos, de 10; Carlos Rodríguez, de 6; Katherine Valderrama, de 4; Jason Valderrama y Fernando Valderrama, ambos de un año y nueve meses, estos dos últimos son mellizos y sufren de desnutrición severa.

Lidia contó que ellos están pasando en estos momentos el "Niágara en bicicleta", pues no tienen nada, ni comida, el agua potable no les llega, han tenido que hacer un pozo para recoger agua para limpiar y lavar la ropa, agua que a simple vista se ve que está contaminada, ya que en la parte de arriba hay viviendas.

Además, dice Lidia que sus hijos tienen mucho tiempo que no saben lo que es tomarse un vaso con leche, ya que lo que debe ganar su esposo como agente de seguridad, en la empresa Seguridad Nacional, deberían ser 80 dólares por quincena; pero reconoció que él sólo recibe de 5 a 8 dólares, por lo que hay días en los que sólo comen una vez, y muy mal.

Su hijo mayor recibe una ayuda de B/.1.50 por semana para el pasaje, "y el almuerzo se lo dan en el comedor estudiantil de la Escuela Jerónimo De La Ossa a la que asiste", dijo la afligida madre.

Allí quedaron, con su miseria, esperando que algún corazón piadoso les brinde una mejor vida y un poco de alimento para acabar con esos horribles calambres, producidos por el hambre.

NO VA
Angely, de 10 años, no va a la escuela. Esconde todos sus útiles y uniformes con tal de no ir.

   
 
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