De puerta en puerta y cargando a sus espaldas un motete, es como los miembros del Grupo Agroforestal Nueva Esperanza de Arraiján, logran vender los productos que cosechan libres de agroquímicos.
El grupo se formó con familias que años atrás fueron desalojadas de los terrenos que invadieron en áreas revertidas y sufrieron la destrucción de las casas y los cultivos que ya habían iniciado.
No obstante, Cipriano Castillo, miembro de la organización, compuesta por 28 socios, explicó que hace dos años lograron que la antigua Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) les diera en concesión 43.5 hectáreas de terreno, que utilizan para el cultivo de productos orgánicos.
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