Ayer, la orden que tenían los miembros de los estamentos de seguridad que participaban del rescate era no dejar circular a las personas de los poblados y trasladarlas al centro de acopio de Rambala, en Bocas del Toro.
Edwin Rodríguez quedó atrapado en este operativo, cerca de los deslizamientos registrados en Alto del Valle. Él relató que salió de su trabajo desde San José, Costa Rica, junto a sus hijos, para visitar a sus familiares en Changuinola. Estando ya en el viaje se enteraron de las inundaciones en aquella comunidad bocatoreña, pese a ello, se las ingeniaron para seguir su norte. Sin embargo, ayer fueron retenidos en una caseta que estaba a punto de colapsar, donde lograron cubrirse del aguacero. Allí, las unidades de seguridad les dijeron que tenían que aguardar hasta que un helicóptero los trasladara.
Pero ya era mediodía y no les habían dado respuesta. ¿Por qué tanta insistencia de esta familia indígena, a pesar de la peligrosidad a la que se exponen? Sencillo, ellos querían saber de sus familiares.
Junto a Edwin había unos cuatro niños y seis personas adultas. Finalmente, continuaron su camino, pues el mal tiempo persistía y no había esperanza de ser trasladados por otro medio.
Otro que fue retenido fue el señor Mauricio Caballero, quien admitió que en su casa no había alimentos, razón por la cual agarró sus ocho pollitos y los metió en una cajeta. En otro saco guardó cinco gallinas y se las echó al hombro por la siguiente razón: "si me quedó aquí me muero de hambre yo y mis animales".
Él tiene 14 años de residir en Altos del Valle y dijo desconocer para dónde lo llevaban. Expresó que en vista de que vive solo, no le quedó más remedio que acatar las órdenes.
|