Más que una celda, parecía un centro de entretenimiento. Los que no tenían tiempo para aburrirse mientras pagaban sus condenas era los privados de libertad de la cárcel de Tinajitas, de donde, mediante una requisa, se decomisó de todo un poco.
Y es que, aparte de tener una sucursal de venta de drogas, porque había 173 envoltorios de marihuana, 12 de presunta cocaína, se hallaron machetes, platinas, cuchillos y otros objetos punzocortantes. En las celdas también había DVD, un televisor LCD, teatro en casa, computadoras, radios, playstation.
La pregunta es ¿cómo entró todo esto?
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