Fueron clausurados. De las tres decenas de albergues que había en Bocas del Toro, producto de las inundaciones, solo queda uno. Así lo dio a conocer el segundo vicepresidente, Rubén Arosemena, quien precisó que en ese albergue están las familias que habitaban las 300 viviendas destruidas por el desbordamiento de los ríos. Agregó que en un mes podrían estar ofreciéndoseles una solución habitacional.
Por otro lado, explicó que siete fincas de los bananeros independientes suman 11 millones de dólares en pérdidas y sus propietarios llegarán a un acuerdo con el Ministerio de Trabajo para no despedir a 700 trabajadores.
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