Parece irónico iniciar la nota del ganador más joven del Premio Alfaguara de Novela 2006, Santiago Roncagliolo, diciendo que rompió el récord de rechazos por su primera novela.
A ESCONDIDAS
Hoy, medio planeta conoce a Santiago, pero él comenzó a escribir a escondidas. Era media tarde, el restaurante se encontraba lleno, mientras trataba de concentrarme en la voz de este peruano, que me explicaba que la lectura y la escritura eran un escape de una realidad que no le gustaba. En ese momento, cuando tenía "veintipocos", vivía una etapa muy difícil, acababa de regresar a Perú, después de vivir toda su vida en México.
El ejercicio le sirvió, porque incluso fue a parar a estudiar literatura, pero en un principio le fue duro escribir, pues recuerda cómo todo el mundo se sentaba a destruir toda la literatura occidental. Tal vez fue miedo o tal vez valentía, no sé lo que lo inspiró y entregó su pluma al papel, pero sólo a escondidas podía escribir, tratando de lograr algo que llenara las demandas.
VENDEDOR DE FANTASIAS
Un hombre de tez blanca, con una humildad incomparable y que siempre va acompañado de una inocente sonrisa, fabrica fantasías para el mundo, incluso para él mismo. De chiquito, Roncagliolo soñaba con ser oceanógrafo o detective, mientras que la gente a su alrededor soñaba con ser abogada. Pero en realidad, se convirtió en un escritor, cosa que, según él, le permite ser un detective, un asesino en serie, sin poner en riesgo su integridad física. Santiago, de forma muy seria, comenta que él siempre quiso pedirle más a la vida de lo que ella le podía dar, sin embargo, la escritura le permite inventar todo lo que la vida no le da.
De ahí que no le interese escribir para un doctorado, sino que el lector sea capaz de convivir los personajes, que sufra con ellos, ría con ellos. Por lo tanto, con su literatura él procura tocar temas que estén cerca de la gente como la muerte, el amor, la soledad, el sexo... en otras palabras, vender fantasías.
EL RECORD
"Mi primer libro bateó el récord mundial de rechazos", dijo sin vergüenza y con expresión de ingenuidad el hombre más famoso de la literatura, actualmente. Increíblemente, esta obra fue rechazada por 14 editoriales en cuatro países. "Nunca la publiqué", ni publicará tampoco, porque de aquel tropezón, Santiago aprendió. A lo largo de todos estos años, este caballero de 32 años, ha sabido acumular vivencias con las que enriquece su literatura. "Cuando te va mal hay algo que se puede sacar para una historia", dijo de modo muy convincente.
Ahora Santiago saborea el triunfo, al igual que hizo con el pescado al tamarindo que comió, mientras aseguraba que es "un hombre con suerte", pero ha trabajado por ella.
Con la obra "Abril rojo", Roncagliolo se alzó con el Alfaguara, uno de los premios más importantes de literatura en la actualidad, y para nuestra suerte, también lo trajo a Panamá.
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