De José Luis Garcés se trata la historia, el panameño que pasó por una situación delicada en las últimas horas. Un choque involuntario con la cabeza de Diego Jaume, en un entrenamiento, terminó con el moreno delantero internado en La Española con hundimiento malar y fractura de órbita ocular derecha.

Hasta el cuarto piso subimos y tras el timbrazo inicial nos atiende Ziarys, la esposa del jugador. La misma persona que el día anterior no se despegó un segundo de José Luis, desde que quedó internado. Con una timidez a flor de piel, invita a pasar al sector principal de la casa donde nos está esperando el jugador.

Acostado en un sofá de color crema, con la cabeza sobre un almohadón enorme, nos encontramos con la figura de Garcés. Se encontraba de buen ánimo, sonriente y viendo por televisión el partido de Marcaibo con Pumas... "me dieron de alta esta mañana. La verdad que cuando quedé internado pensé que iba a estar más días, pero gracias a Dios todo salió muy bien" dijo Garcés.

Una venda blanca está colocada sobre su rostro en el sector derecho. Escrito con lapicera le pusieron "no apoyar", en una clara advertencia para cuando se acueste. En la morena piel se le adivinan los puntos que le pusieron tras la operación.

Los cirujanos tuvieron el cuidado y la delicadeza de hacer el corte de manera armónica, cosa que cuando se le quiten los puntos casi no se le note la cicatriz. Tiene el rostro inflamado, pero no deforme. Sonríe ante las bromas que le hacemos y se presta gustoso para el diálogo...

CON BUEN ANIMO
"Tranquilos... me puedo sentar y así charlamos más cómodos". En eso aparece José Luis Junior, de apenas un año y medio. El chico da la mano a los "extraños", mostrando educación y respeto enseñados por su padres. Enseguida se va a los brazos de su madre que se quedó a un costado viendo el protagonismo del esposo. En un cuarto aparte quedó, y nunca apareció, Orlando de 3 años. El sueño lo venció y no era cuestión de andar despertándolo solo para aparecer en una foto.

¿COMO SUCEDIó?
"Fue una jugada común. El golero que saca largo, yo voy de frente a la pelota y el defensa medio de espaldas. Cuando quise acordar chocamos en el aire. Fue todo muy rápido y enseguida me di cuenta que algo me había pasado. Me tocaba el rostro y sentía como un pozo en mi cachete. Me seguí tocando y pude sentir cómo se me salía un hueso de lugar. Ahí me asusté bastante y me fui a un costado con Walter Ferreira, el kinesiólogo. Me revisó y enseguida se dio cuenta de lo que estaba pasando. Nos fuimos para La Española y después de unos estudios quedé internado esperando la operación".

¿CUANDO TE DIJERON LO QUE TENIAS, QUE PENSASTE?
"Y... me asusté bastante. No es una lesión común. No se trataba de algo en las piernas, era algo extraño. El doctor Suero me explicó muy bien lo que me iban a hacer, pero igual seguía intranquilo. Sentía mucho dolor antes de la operación y eso me preocupaba más, pero una vez que salí del quirófano no volví a sentir molestias. Es más, desde que me dieron el alta no he tenido la necesidad de calmantes".

¿Y LA VISTA, COMO QUEDó?
"Bien, sin problemas. Veo normalmente. Tengo hinchada la zona, pero puedo ver perfectamente".

¿COMO SIGUE TU TRATAMIENTO?
"Ahora el lunes tengo que ir a La Española de nuevo, para que me quiten los puntos de la cara y que me revise el doctor Suero. Por lo que me han dicho, dentro de un mes ya podría estar haciendo ejercicios físicos livianos, obvio que sin cabecear. Por suerte, dentro de todo, es algo que va a llevar poco tiempo de recuperación".

¿QUE TE HICIERON EXACTAMENTE?
"Me pusieron una placa de titanio que está sujetada con tres tornillos. Eso corrigió una triple fractura que tenía, lo que provocó el hundimiento malar. Ahora todo está en su lugar. El doctor me dijo que esa placa me la podría sacar dentro de un año o dos, si quiero, aunque perfectamente podría tenerla el resto de mi vida, porque no me va a molestar para nada. Incluso, me dijo que no sale en los detecta metales... jaja".

El partido de Libertadores seguía su rumbo mientras la charla se llevaba a cabo. En determinado momento Maracaibo erró un penal y José Luis puso una sonrisa en su rostro, la misma que hizo cuando el pequeño Junior entró en escena.... "va a ser deportista.... tú sabes... agarra la pelota con las dos manos y la suelta para pegarle de derecha". Garcés es un tipo de pocas palabras, pero cuando le hacemos mención a nuestra tapa de ayer dijo... "espera un poco..." y buscó encima de un armario hasta encontrar el suplemento de Ultimas Noticias donde aparecía en los momentos previos a la operación... "¡estabas asustado ahí!" le dijimos en medio de risas... "La verdad que sí", respondió en una frase que fue acompañada por el asentimiento de su mujer con la cabeza... "Es que nunca en mi vida había entrado a un quirófano... y espero que haya sido la última también.... jaja".