Tiene muchas ganas de vivir, y aunque su corazón late fuera de su cuerpo, ha sobrevivido a muchos obstáculos y trata de vivir como un niño normal, pero con algunas limitaciones.
Ese es al ambiente que rodea la vida de Alejandro Martínez, quien nació a las 3: 30 p.m. del 12 de diciembre de 1996. Quince horas más tarde fue operado, pues nació con sus órganos afuera, especialmente el corazón, ya que la caja toráxica no se le cerró en su proceso de gestación. A la fecha son varias las intervenciones por las que ha pasado.
Kandra Martínez, madre de este niño especial, contó a DIAaDIA que estas malformaciones fueron el resultado de inyectarse por una infección vaginal que adquirió a los dos meses de embarazo.
Martínez expresó que para cubrirle esa cavidad, se le hizo un injerto con piel especial de cordero y han pasado diez años desde que se inició la batalla de Alejandro por la vida.
Su tía Mitzia Martínez, manifestó que su sobrino necesita ser operado, ya que a medida que va creciendo, también lo hace su corazón. Sin embargo, sostuvo que su hermana trabaja cuatro horas en una agencia de limpieza y el sueldo que tiene no es suficiente para sufragar tantos gastos. Para la intervención de "Ale", como cariñosamente le llaman sus familiares, se necesitan muchas pintas de sangre, cubrir los costos de la anestesia y la sala del hospital, pues tiene varios médicos que lo atienden y que no le cobran un centésimo.
Su tía agregó que "nunca le van a poder meter el corazón, pues ya se ha adaptado a latir fuera. Los médicos lo intentaron hacerlo, pero casi le da un paro". Narró que posiblemente le coloquen unos expansores para realizar otro injerto que proteja más su corazón.
Alejandro cursa el IV grado de la Escuela Don Bosco en San Miguelito, es cuadro de honor, pero por sus cuidados, no ha podido desfilar para los días patrios.
Hace poco el Ministerio de Vivienda le construyó un anexo a la vivienda de su abuela, en la segunda vereda, calle del sector Los Pinos.
También le regalaron un juego de vídeo, pero no lo ha podido usar en casa, pues no tiene un televisor. También se queja de calor, pero su mamá no tiene para comprar un abanico.
SU SUEÑO
"Ale" dijo: "quiero ser policía, porque ellos ganan mucha plata y así poder ayudar a mi mamá y a mi hemanito".
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