Una comisión integrada por el comité Cívico de Natá, la Defensoría del Pueblo, ANAM y el Ministerio de Salud realizaron inspecciones a las áreas que han sido denunciadas como crímenes ecológicos.
El afluente del río Chico es considerado como el más afectado. Además preocupa, ya que de allí se abastecen de agua potable a las ciudades de Aguadulce, Natá, Capellanía y Pocrí.
Por primera vez en mi vida llego a ver el río a tan bajo nivel, manifestó Julio Chanis, natariego y miembro del Comité Cívico de Natá. Eso se debe a la extracción de agua incontrolada que hacen empresas azucareras, aunado a la sequía que azota el interior.
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