El seleccionador nacional Gary Stempel comenzó a pagar, desde el mismo debut en la Copa Oro, el precio de su terquedad.
Desde un inicio insistió en mantener dentro de la selección a unos jugadores que no estaban al nivel que exige la justa.
No fue una ni dos ni tres personas las que advirtieron eso; sin embargo, el adiestrador se hizo de oídos sordos y se llevó a unas unidades a las cuales la camiseta le quedó demasiado grande.
Dos ejemplos claros lo demostraron los defensores Armando Gun y Luis Moreno, quienes lucieron demasiado lentos en la zaga y eso todo Panamá lo vio.
No salgan a decir ahora que Vielka Cádiz está inventando porque no gusta de estos jugadores. Hago la advertencia porque muchos de nuestros seleccionados piensan que cuando se les dice la verdad es porque uno tiene algo en contra de ellos. Jamás les da por pensar que son críticas constructivas que tienen como único fin que mejoren y que demuestren que son capaces.
Ahora bien, a mi concepto, quien principalmente falló fue el técnico, quien insistió en la dupla de ataque (Blas-Garcés) que no le funciona. En los amistosos ya la había probado y no le resultó. Entonces, si quería tener a "Matador" y a "Pistolero" juntos... ¡Póngalos a jugar... mueva sus fichas! No podemos vaticinar el futuro, pero lo que sí es cierto es que estos dos se entienden superbien.
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