Empleados y empresarios de la Zona Libre de Colón rodearon el perímetro de la Administración de esa área comercial, como si fuera un carnaval, para pedirle al Gobierno que no insista en imponer los altos impuestos que serán difíciles de pagar.
Por dos horas un 80% de las actividades de la Zona Libre estuvieron paralizadas.
"Esto es una alerta hacia una acción que puede tener graves consecuencias", dijo Giovanni Ferrari, presidente de la Asociación de Usuarios que dirigió su discurso desde un andamio de aproximadamente dos pisos de alto.
Ferrari dijo que "podemos dar algo, pero lo que piden es exagerado, pero lo que demos, que se quede en Colón".
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