¡Ja, ja, ja! Les cuento que el pobre Paul McCartney se cayó durante una presentación en Estados Unidos. ¿Cómo? Todo fue porque el escenario estaba preparado para que del fondo apareciera un lujoso piano, pero como estaba tan concentrado cantando, no vio el hueco y cayó en él.
Aunque no sufrió lesiones de consideración, se lastimó un brazo y la espalda. Por supuesto que eso no va a quedar así, pues apenas se recuperó Paul dijo: "Tengo unas palabras para los técnicos...". Claro que fue en son de broma, pero igual, ya veo a esos técnicos botados. ¡Ay, papá!
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