El delantero Giovanni Dos Santos, del Barcelona, y el volante Andrés Guardado, del Deportivo La Coruña, se convirtieron ayer en dos de las bujías del ataque de México que empató 2-2 con Nigeria en un partido amistoso.
Con llegadas por derecha, Dos Santos puso en aprietos a la defensa de los africanos y fue una de las claves del funcionamiento de México, que debió remontar una desventaja de dos goles, con dos anotaciones de Juan Carlos Cacho.
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