El propio Rigoberto Garibaldi, en una entrevista con DIAaDIA y mucho antes de que fuera nombrado el nuevo entrenador de "La Araña", me confesó que una de las cosas que no debía hacer más el panameño era combatir en las cuerdas.

Recuerdo bien, en cada uno de los entrenamientos que asistí al gimnasio de Barraza y Curundú, que Garibaldi hizo mucho énfasis en la velocidad de "La Araña"; además de mantener la pelea en el centro del ensogado y las combinaciones de golpes.

Sin embargo, todo lo que se practicó quedó en el olvido el pasado domingo en Tokio, Japón.

Y es que "La Araña" se refugió en las cuerdas a partir del cuarto asalto, para ser víctima de la rapidez de los puños de Takefumi Sakata.

Según mi punto de vista, "La Araña" ganó los dos primeros asaltos, conectando de forma sólida. Pero, a partir del tercero, se dejó robar la iniciativa.

Sakata lució un estilo efectivo, arrinconando a "La Araña" y castigándolo con combinaciones de golpes. Cabe mencionar que luego de conectar, daba dos pasos atrás y se alejaba del peligro.

Lastimosamente, "La Araña" nunca le hizo caso a su esquina, porque a través de la transmisión de Lo Mejor del Boxeo, se escuchaba que su esquina le decía que saliera de las cuerdas.

Al final, mi puntuación de la pelea fue 116-112 para Sakata.