Adelante, atrás, a un lado y hacia el otro. Así tienen que ser las miradas de las personas que transitan por las calles aledañas al Hospital Santo Tomás y al Hospital del Niño. Es que no hay tranquilidad a ninguna hora, en el día los orates (piedreros) agreden a las personas, y en la noche los esperan los maleantes. Ésta es la realidad de quienes transitan por estas calles.
Stacy Díaz, comerciante del área, comentó que es testigo de cómo los piedreros han agredido a las personas y enfermeras, y les han producido serios golpes. A la vez reconoce que es el Municipio capitalino el que debe encargarse de los orates, porque también afectan los locales comerciales del lugar y además, los piedreros se la pasan tirados en el suelo, lo que causa muy mala impresión.
Lo más preocupante es que la mayoría de las veces, los piedreros tienen enfermedades como hepatitis, comezones en la piel, entre otras.
Alrededor de las calles de los Hospitales Santo Tómas y del Niño se encuentran varias fondas en donde las personas, por necesidad, compran sus alimentos, y se ven en peligro de ser atacados por los orates, quienes siempre se comportan de forma agresiva si no se les da lo que ellos exigen.
José Fajardo, un consumidor de estas fondas, sostiene que en ocasiones cuando está comiendo, los piedreros llegan y le meten la mano en la comida a las personas, con el propósito de obtener la comida o de buscar problema.
Aparte de la falta de seguridad, hay mucha basura acumulada por todos los rincones, lo que puede provocar enfermedades.
¿DONDE ESTAN?
Aunque en el Santo Tomás hay una estación de Policía, la vigilancia por el sector es nula.
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