El especial 'Juntos por la libertad de expresión' fue uno de esos espacios que se inventan y que no tienen ni pie ni cabeza. Ni son ni ton. Fue como unos espaguetis sin salsa o un arroz con pollo sin pollo. Tengo cómo sustentarlo para que usted saque sus propias conclusiones; porque yo no soy dueño de la verdad. Esta es solo mi opinión.
- Todo programa especial, y más si es de periodismo, requiere de balance. Este se logra con la participación de todas las partes involucradas de un hecho. Por mucho que representantes de la Embajada de Venezuela no quisieran participar, se debió invitar a adeptos a Hugo Chávez, que por cierto, sobran de ambos bandos en este país. La excusa para justificar la ausencia de unas de las partes fue pobre. Si hubiesen querido seguidores de Chávez, en Panamá los encuentran. Ese especial se debió llamar, 'Juntos contra Chávez' porque estuvo carente de 'la otra parte', requisito indispensable en periodismo y más si se está en un programa de panelistas que opinan.
- Los señores Alvarado y Lim Yueng, por mucho que digan lo contrario, con su expresión facial transmitían inconformidad. Estaban juntos, pero no revueltos. No se veían ni cómodos, ni contentos entre ellos y mucho menos preparados para el especial. La competencia era evidente. La escenografía era mala, la producción pésima y la promoción malísima. Era como ver un programa de una televisora con presupuesto de miseria. Las entrevistas a las personalidades venezolanas fueron malas, de novatos. Parecían preguntas de gente que no estudió el tema a entrevistar y mucho menos indagó más de los entrevistados. Los reportajes fueron de medio real, sin fuentes, sin testimonios de las partes. Aquí, lo siento, no hubo ni contenido ni buena producción ni nada.
- Participar en un programa con cuatro 'anti' hubiese sido el suicidio para cualquier representante del gobierno venezolano porque podría interpretarse como una encerrona. El balance debió incluir la misma cantidad de panelistas de ambos bandos. ¿A quién se le ocurre hacer un programa donde todos los panelistas defienden lo mismo? ¿Qué tiene de interesante escuchar a seis personas con la misma posición? Hubiese sido tan enriquecedor un debate de altura entre los 'chavistas' y los que adversan sus acciones y dejar que sea la audiencia la que saque sus conclusiones. ¡Eso faltó!
- Lo siento, "Juntos por la libertad de expresión" yo no me lo comí. Si usted quiere ilustrar a la audiencia sobre un tema y demostrar real apoyo, lo hace en un horario 'prime time' que no es más que las horas en las que la pauta publicitaria es más cara, porque hay más personas sintonizando la televisión. Un domingo, a las cinco de la tarde era para que nadie lo viera. Cuando los medios quieren "pegar", lo hacen en el horario más importante (6:00 p.m. a 10:00 p.m.) y con una promoción constante. Eso fue, a mi parecer, un apoyo sin fuerza, que no despertaría reacción alguna.
- La iniciativa fue buena, pero mal hecha. Se notó forzado, no preparado, no pensando, no estudiando, no producido, no investigado y no balanceado. Es una pena porque se perdió una buena oportunidad de educar sobre libertad, solidaridad y derechos.
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