La empresa organizadora, 141 Panamá, colocó una pista de 23 metros de ancho y 30 de profundidad, en la que se montaron 20 toneladas de luces y efectos especiales. ¡Oh!

A las 7:30 p.m. empezó el show de manera puntual.

En la primera parte del espectáculo fue evidente la maestría en el patinaje de los personajes de Disney y de la interacción que tuvieron los artistas con el público.

No faltaron Mickey y Minie; el genio de Aladino y sus clones; las princesas, Nemo, Doroty y sus amigos; los personajes de Toy Story: Woody y Buzz Lighyear, que se compenetraron con los niños y los adultos.

Para terminar el show, se vivió una fiesta cultural con vistosos trajes en tonos azules, blanco, oro y plata.

Con hermosos movimientos y giros artísticos se representaron los bailes típicos de nueve países acompañados con asombrosas carrozas controladas electrónicamente, y adornadas con 33 muñecas en movimiento.

Y para despedir esa primera parte, el mundo de Disney se iluminó con réplicas de los monumentos más representativos que hay alrededor del mundo, siendo Mickey en su globo Mágico el encargado de despedir el primer acto y cerrar el telón.

La segunda parte es aún más sorpresiva y hay que verla para creerlo.